Un paraíso que promete emociones

Cuentan los veteranos que, 50 años atrás, el Bañado de Figueroa era un paraíso. Era un lugar, ubicado en medio de la nada de Santiago. Para llegar se debía protagonizar toda una aventura, ya que los caminos se transformaban en verdaderos pantanos ante la menor precipitación. Sin embargo, el esfuerzo siempre valía la pena.

Allí la pesca estaba asegurada. Los dorados, las bogas, los bagres y las tarariras siempre estuvieron presentes regalando muchas emociones a todos sus visitantes.

Con el correr de los años la historia fue cambiando por la mano del hombre. Fue cuando llegaron los obreros para construir lo que hoy se conocía como Dique Figueroa.  En estos momentos el lugar está resurgiendo como un sitio pesquero que promete dar muchas emociones, a los que practican la pesca deportiva.

El nuevo dique Néstor Kirchner reemplaza los embalses Figueroa y El Cero, en el corazón de la provincia. Su vertedero evacuará hasta 440 metros cúbicos por segundo.

Ubicado en el Departamento Figueroa, área central de Santiago del Estero, el sistema hídrico Figueroa se compone por dos embalses: el dique Figueroa y el dique El Cero, que junto a una red de canales secundarios y terciarios almacenaban en conjunto alrededor de 35 hectómetros cúbicos y abastecían una superficie de 10 mil hectáreas. Pero el proceso de obsolescencia (las obras tienen más de cincuenta años) y los procesos erosivos tornaron al sistema inoperante, al punto que fue necesario su reemplazo con la construcción de una nueva presa en el lugar donde se emplaza el dique El Cero.

Así se conforma un único dique, con el nombre de Néstor Kirchner, que contiene a ambos embalses y permite mitigar las inundaciones, y garantizar la provisión de agua para consumo humano y animal, recuperando para la producción agropecuaria una región que era próspera hasta la rotura del dique en la década de 70.

Las nuevas obras, proyectadas por la Secretaría de Agua de la provincia, responden a una infraestructura hidráulica totalmente diferente a la anterior, basándose en aspectos estructurales como funcionalidad, seguridad, economía de mantenimiento y durabilidad. El objetivo fundamental es recuperar la capacidad de riego para sumar 20.000 hectáreas productivas a las 10 mil ya existentes.

La reconstrucción y ampliación de la presa El Cero, inaugurada en abril de 2011, es el componente principal y unidad cabecera del sistema. Con forma de herradura, se trata de una presa tipo homogénea de 14.200 metros. En cuanto al terraplén, tiene una altura aproximada de 5 metros, su ancho de base de 37 metros y su ancho de coronamiento de 6,50 metros. La superficie es de alrededor de 2.057 hectáreas y permite almacenar unos 70 hectómetros cúbicos.

El vertedero de alivio de la presa, construido en hormigón armado, mide 234 metros y puede evacuar hasta 440 metros cúbicos por segundo. Para proteger esta obra contra la erosión que se pueda producir aguas abajo se instalaron gaviones y colchonetas. En cuanto a la protección frente a oleajes aguas arriba, se plantearon dos estrategias: un talud con suelo cemento compactado y una manta de geotextil combinado con bloques de hormigón anclados de 200 metros de longitud a cada lado del vertedero.

 

Además, en toda la longitud del terraplén se ubicaron rompeolas de hormigón armado, y barandas metálicas para proteger la circulación vial. Para mantener el complejo, se planteó un camino de estabilizado granular de 34 kilómetros que garantiza el acceso al mencionado desde la Ruta 5. También se remodeló el canal Gini con dragalinas, se construyó otra toma y cinco saltos en hormigón armado para evitar la erosión del cauce del canal.