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Los ecos de la feria artesanal se seguirán sintiendo

Los ecos de la feria artesanal se seguirán sintiendo

Alba Rodríguez, del barrio Independencia

Fue uno de los acontecimientos más importantes del mes que está terminando, sin embargo sus ecos se sentirán durante mucho tiempo. Tal como ocurre todos los años, la feria de artesanos del Parque Aguirre sirvió no solamente como lugar de ventas y como mercado de productos típicamente santiagueños, sino también como un sitio de reunión para intercambiar experiencias y mostrar la potencia de frutos que son típicos de esta región, según indicó Alba Rodríguez, del barrio Independencia.

Esta artesana elabora exquisitos licores de algarroba, de mistol, de dulce de leche, de chañar que obtiene del patio de su casa. Contó, en efecto, que tiene un gran árbol blanco en el patio de su casa, del que todos los años cosecha la algarroba necesaria para sus dulces. Sus hijos, que viven un poco más atrás, están rodeados de chañares que, año a año, dicen que los van a cortar, algo que ella no permite. Y el mistol lo junta en otros lugares de la ciudad o lo compra por bolsa. También hace arrope y dulces en conserva, por supuesto.

¿Alcanza para vivir?, preguntan los cronistas.

Ella responde diciendo que hace años, Guido Larcher, un ingeniero que trabajaba en la municipalidad cuando la vio vendiendo en sus oficinas, le prometió que le enseñaría a mejorar su trabajo. Y que con el tiempo le fue pasando sus técnicas para elaborar no solamente estas bebidas sino también alfajores de harina de  algarroba y una exquisita jalea de manzana, con la que asegura, su profesor le dijo que había sido superado.

El paladar de otros pagos, seguramente ha de apreciar mucho mejor que el santiagueño, estas exquisiteces de los bosques de estos pagos.

 

Qué le dejó a Alba Rodríguez la experiencia. Para empezar nuevos clientes que la buscarán en otras ferias , ya que siempre va donde se instala la carpa del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, pues eso le evita pagar el alquiler del stand, entre otros beneficios. Pero también nuevos conocimientos, porque recorrió varias veces los otros puestos de ventas, preguntó, averiguó y recogió otros conocimientos que seguramente aplicará en su mágica cocina cuando de nuevo emprenda la aventura de fabricar sus maravillosos licores.

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