La Argentina la conoce como “Petrona C. de Gandulfo” y es la más conocida de las cocineras del país, la primera que apareció en la vieja televisión en blanco y negro. Pero pocos saben que era santiagueña, una de las tantas que se fue a Buenos Aires en busca de un porvenir mejor.
Petrona Carrizo de Gandulfo, o doña Petrona (Santiago del Estero, 29 de junio de 1896 – Olivos, Buenos Aires, Argentina, 6 de febrero de 1992), fue una ecónoma muy famosa. Parienta del músico, compositor, coreógrafo y escritor santiagueño Oscar Segundo Carrizo. En 1912 se instaló en Buenos Aires, donde conoció a su esposo, Gandulfo.
Doña Petrona promovió el arte culinario por diversos medios de comunicación; a través de clases, libros, revistas, radio y televisión. Comenzó a ser conocida cuando fue contratada a principios de la década de 1940 para promover el uso de las entonces «modernas» cocinas a gas.
Su obra «El libro de Doña Petrona», una enciclopedia de recetas y de sugerencias sobre cocina, se vendió en múltiples ediciones.
Después de 60 años de publicado, aún hoy siguen apareciendo nuevas ediciones, que superan el centenar. Esta obra enciclopédica, con más de 600 páginas, incluía no solo recetas de cocina y secretos culinarios, sino también consejos para la mujer moderna que incluían organización del hogar, y de las tareas de mantenimiento, e incluso una sección para la mujer que trabaja y cuida de su hogar.
Publicó también «Las Recetas Económicas de Doña Petrona», «Coma Bien y Adelgace» (en coautoría con Alberto Cormillot) y «El Placer de Comer y Adelgazar».
Debutó en televisión en 1952 y en 1960 se incorporó al programa de TV «Buenas tardes, Mucho Gusto». Su modo de enseñar coloquial y campechano, junto a su inseparable asistente Juanita, conquistó la audiencia y varias generaciones de argentinos que aprendieron así a preparar sus empanadas, locros, pucheros, guisos, canelones y pastas en general, tartas, alfajores, budines y postres.
Falleció a los 95 años el 6 de febrero de 1992 en el barrio de Olivos.
Sus sucesoras son Marta Baines, Emy de Molina, María Adela Baldi, Chichita de Erquiaga, Chola Ferrer, Blanca Cotta, Choly Berreteaga y Narda Lepes, entre otras.
No hay hasta el momento ningún autor santiagueño cuyos libros hayan alcanzado la difusión de las obras de doña Petrona.